La Opinión del Partido

Dignidad, igualdad y respeto

Autor: María Jesús Moro Almaraz. Procuradora del PP en las Cortes de Castilla y León | Fuente: www.ppsalamanca.com

A todo ciudadano de bien se le han “abierto las carnes” cuando esta semana escuchaba atónito argumentos de un supuesto intelectual equiparando las corridas de toros con la ablación del clítoris y el maltrato a la mujer.

¡Basta!

Me han formado en la racionalidad, el estudio y la investigación. Me han inculcado el respeto, la educación, la discreción, la prudencia, pero también un sentido de la responsabilidad para reaccionar ante hechos u opiniones que como ésta superan todo lo admisible. Creo firmemente en la convivencia enriquecedora de la diversidad, en la tolerancia, el diálogo y el respeto a las ideas, sin embargo, el espectáculo al que hemos asistido no es sino un flagrante ataque a la dignidad personal, ese alto valor ético, humano y constitucional que distingue al ser racional y a las democracias. Por eso, excepcionalmente, he querido desde estas líneas, públicamente, mostrar la más radical repulsa a esa manifestación.

Mal vamos si en el siglo de la igualdad aceptamos con silencio e indiferencia las distintas tentativas, ésta una de las más aberrantes, que se atreven a poner al mismo nivel a los animales y a ciertas actividades con animales con las más brutales agresiones a un ser humano, a una mujer. Olvidémonos entonces de normas para luchar contra la violencia de género, para hacer realidad el efectivo ejercicio del derecho a la igualdad de los seres humanos. Si comparamos a la mujer agredida, humillada, ultrajada, con un animal (sin entrar ahora en valorar en absoluto la multisecular fiesta taurina) y nos mostramos conformistas, mañana ¿a dónde llegaremos? No vale todo.

No promovamos leyes, ministerios, planes, programas, dictámenes si, finalmente, toleramos que una sola persona (así quisiera creerlo) compare a otras con un animal (por mucho que hoy presumamos de trabajar por el buen trato, por el bienestar animal y debamos seguir haciéndolo).

La grandeza del ser humano y de las sociedades civilizadas, y más de las democráticas, reside en luchar de forma prioritaria por los derechos humanos, por el mayor bienestar del ser humano y, en ese contexto, cuanto mayor es la cota de libertad, respeto a la dignidad humana y de educación que alcanzamos, tiene sentido, incluso resulta obligada, la cualificada defensa del bienestar de los animales, la tutela del legado cultural y de los ecosistemas. Sin la protección y el respeto integral a todo ser humano el resto no tiene cabida, es irrelevante; diría más, es incompatible.

Aquí no sirve aquella regla de que el orden de factores no altera el producto. Aquí no cabe la comparación entre un sujeto de derechos, el ser humano (la mujer y el hombre) desde su concepción y cualquiera que sea su origen, raza e identidad sexual, con los animales.

Si seguimos invirtiendo las ecuaciones inderogables e incuestionables, quizá lleguemos a vivir el “planeta de los simios” y no habrá ley, ministerio o plan que lo evite.

Otros deben pedir perdón, pero desde aquí, en cuanto representante público, también nuestras disculpas, pues hechos como éste ponen de manifiesto que no estamos consiguiendo cumplir bien nuestro papel si aceptamos que alguien, apelando a la ciencia o a la racionalidad y, sin embargo, desde la irracionalidad, ataque a todas las mujeres, con mayor motivo si se trata de aquéllas a las que otros, que buscan mil justificaciones para sus actos condenables, han agredido antes física y psíquicamente en lo más profundo de su dignidad.

No haremos una sociedad mejor si nuestros hijos ven ésa como una opinión más que no merece contestación sino que forma parte del debate. No cabe debate en este punto.

Imagen relacionada
María Jesús Moro
 
Partido Popular de Villamayor · Plaza de la Constitución, 1 · 37185 · Villamayor de Armuña · SALAMANCA · Tel. 923 286498 · política de privacidad